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Melasma: manchas en la piel -Parte II-

Patogénesis
Las radiaciones ultravioletas (RUV) estimulan la melanogénesis inmediata, a través de los UV tipo A y la luz visible, la cual utiliza la melanina preformada; la radiación tipo B, la estimula en forma tardía, generando nueva melanina.
Además de la influencia hormonal y racial, siempre hay predisposición hereditaria y familiar.
Se han involucrado otros factores etiológicos como cosméticos, trastornos tiroideos, suprarrenales, fármacos fototóxicos y temperatura elevada.
Cualquiera sea el factor predisponente, es indispensable la acción de las RUV, para su presentación.
Tratamiento:
Al plantear el tratamiento del melasma, el Dermatólogo deberá en primer lugar realizar una investigación etiológica del caso con el fin de delimitar posibles asociaciones con otros procesos.
En primer lugar la protección solar. Es evidente que las pigmentaciones se producen por el estímulo de los melanocitos que ocasiona la radiación UV, juntamente con otras sustancias que ya hemos comentado. Por tanto es imprescindible una protección amplia (UVA-UVB-UVC) y elevada frente a la radiación UV, todo el día y todos los días, incluso los días nublados, ya que las nubes sólo filtran el 10 de la radiación UV que incide sobre ellas.
Además no hay que olvidar que el sol no es la única fuente de radiación UV, las lámparas incandencentes, el televisor, también emiten radiaciones UV. En consecuencia, podríamos decir que la protección solar debería constituir más bien un deseable hábito sanitario que un método para la prevención o tratamiento de enfermedades.
Asociados al FPS se utilizan Cremas despigmentantes, mesoterapia faciales con sustancias aclarantes.
Los tratamientos con láser y luz pulsada ofrecen resultados muy alentadores en el manejo de pacientes con melasma, que no responden a las medidas terapéuticas tópicas convencionales.
Dra Noelia Cardozo - MN 126682 MP 333597
Dermatología y Estética