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La primavera trae la tibieza de la época del año en que el frío comienza a ceder, y los árboles y las flores florecen.

Pero si usted es una de las muchas personas que sufren de alergias estacionales, esos árboles y plantas tan bonitos pueden hacer que se sienta peor, no mejor.

Ese fino polvo producido por árboles, la maleza y la hierba es el causante: el polen. Por completo inofensivo, el cuerpo de quien tiene alergias estacionales lo confunde con algo peligroso y lo trata de atacar, causando tos, goteo o congestión nasal, picazón y ojos llorosos, tal como si estuviera resfriado.

Las alergias estacionales suelen durar más de una semana o dos. Una prueba de piel o de sangre de alérgenos específicos confirmará a qué tipos de polen es alérgico, y con ello se puede diagnosticar de acuerdo a cuándo se aparecen los síntomas: polen de árboles en primavera, hierbas a fin de primavera y principio de verano, ambrosía en otoño, esporas de moho en primavera, verano y otoño. También pueden sufrirlas quienes permanecen en lugares húmedos o poco ventilados.

Las alergias estacionales suelen ser hereditarias: es más probable que usted las tenga si sus padres o hermanos también las tienen.

Muchas personas con alergias estacionales también tienen asma. Pueden tener dificultad para respirar, sibilancias y tos, entre otros síntomas.

Si Ud. tiene alguno de estos síntomas, programe una consulta con el Dr.Jorge Mereles, Alergista, kis viernes desde las 12 hs